Mientras España sigue inmersa en la crisis, presidente del gobierno y lider de la oposición parecen no querer acabar con las buenas tradiciones, por lo que siguen "erre que erre" con sus enfrentamientos.
La tomadura de pelo ya alcanza límites insospechados. En la pasada ssesión de control al gobierno en el Congreso de los Diputados el pasado día 28 de abril el presidente de gobierno, Jose Luis Rodriguez Zapatero, creía probable que la economía hubiera vuelto a crecer el primer trimestre del año y reiteró que la tasa de paro tocó techo entre enero y marzo y que bajará en los próximos meses. Al siguiente turno, el lider del Partido Popular, Mariano Rajoy, tras acusarle de haber tocado suelo respecto a su credibilidad, se encargó de derrumbar todos los esquemas de Zapatero, aportando datos y más datos que para nada tenían que ver con lo que explicaba el presidente en la anterior intervención. ¿Hasta dónde puede llegar nuestra paciencia?
Mientras tanto, hace unos días conocimos la noticia de que en Portugal, tras conocer unos datos muy poco favorables en relación a la situación económica, primer ministro y dirigente de la oposición se reunían para buscar entre ambos una solución viable al problema económico, sin disputas ni confrontaciones, solo con el mero fin de acabar con la dificil situación que se plantea. Ese día yo quise ser portugués
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